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Diario de una escapada de fin de semana a Ibiza.

El pasado mes tuvimos a Rosa Mojica, quién pudo disfrutar de una escapada a Ibiza y alojarse en nuestro hotel, Migjorn Ibiza Suites & SPA. Su experiencia fue inolvidable y prueba de ello es este pequeño diario de su increíble experiencia en nuestro alojamiento.

Diario de nuestra escapada de fin de semana a Ibiza

“El viernes por la tarde aterrizamos en el aeropuerto de Ibiza y nos dirigimos, para dejar las maletas, a las instalaciones de Migjorn Ibiza. Allí recibimos una cordial bienvenida del personal del hotel. Nos sorprendió la recepción, muy iluminada y elegante. También nos gustó mucho nuestra suite, provista de cocina, comedor y un amplio cuarto de baño. Por la noche salimos a cenar a la ciudad de Ibiza y clausuramos el día con un paseo por Dalt Vila.
El sábado por la mañana desayunamos en el buffet del hotel. Nos encantó su gran variedad y calidad; y brindamos con una copa de champagne por nuestra estancia en la isla, que ya empezábamos a disfrutar. Luego nos dirigimos en coche a Es Vedrà. Allí hicimos una pequeña excursión hasta la torre des Savinar para contemplar desde allí las vistas. Teníamos muchas ganas de conocer este sitio tan enigmático y característico de la isla. El día estaba un poco nublado y eso creaba una atmósfera muy especial. Para comer fuimos a un famoso restaurante en Cala D’Hort con unas vistas increíbles al mar y con un caldero de pescado espectacular, plato típico de Ibiza llamado built de peix.
Por la tarde fuimos a descansar un rato al hotel y después salimos a dar un paseo por Cala Conta. Allí vimos el atardecer en un chiringuito famoso ubicado en esta playa. Por la noche regresamos al hotel, para disfrutar de la invitación a una cena para dos en su UNIC Restaurant. Nos sorprendió la carta, muy sofisticada y original. Nos costó elegir entre toda la oferta de platos tan apetecibles. Al final nos decantamos por unas ostras, un tartar con cangrejo y un pulpo aromatizado con hierbas de la isla. De postre, un coulant de chocolate blanco. ¡Fue una velada muy especial!.
El domingo lo estrenamos en el spa Essence del hotel. Nada como empezar el día tras una sesión de chorros de agua con diferentes presiones y temperaturas y la sensación de calor y purificación que da un rato en la sauna. Después fuimos al buffet a desayunar, creo que lo disfrutamos aún más si cabe que el primer día. Por la mañana visitamos Cala Saladeta. El día era soleado, pero hacía frío para bañarse. Así que aprovechamos para apreciar desde lo alto del color esmeralda del mar, el olor a pino y el paisaje multicolor que dibujaban las primeras toallas y bañadores de la gente que esperaba en la orilla de la playa la llegada del verano.
Comimos en una terraza soleada de Santa Gertrudis, un pueblecito pintoresco en el interior de la isla. Después, regresamos a Dalt Vila para dar un paseo y tomar un granizado. A primera hora de la tarde nos dirigimos a Ses Salines, recorrimos la playa y atravesamos las dunas y sus sabinas hasta la torre de Ses Portes. Hacía una apacible y cálida tarde de mayo. Allí disfrutamos de nuestras últimas horas en la isla. Nuestro avión salía a las once de la noche. Al día siguiente, al cabo de sólo unas horas, Israel y yo estaríamos de nuevo en nuestra ciudad, metidos de lleno en la rutina del trabajo y del día a día. Pero pensé que ese lunes no sería igual que otros lunes, nos llevaríamos con nosotros el recuerdo de unos lugares y momentos preciosos, el recuerdo de una isla mágica que despierta pura y tranquila al verano.
Gracias al equipo de Migjorn Ibiza por regalarnos una estancia de dos noches en su hotel y a todo su personal por el trato tan cariñoso y afable que recibimos”.
Esta es la experiencia de Rosa. Una experiencia que decenas de personas disfrutan día a día. Desde el hotel agradecemos que nos envíen estos testimonios tan cariñosos e increíbles. Y es que Ibiza no deja indiferente a nadie, y menos si te alojas con nosotros.

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